Recientemente se publicó en JAMA un artículo que reporta el uso de antibióticos para apendicitis aguda. Los mismos autores indican que no pudieron demostrar que el uso de antibióticos fuera superior a la cirugía en el tratamiento de apendicitis no complicada.
Sin embargo el reporte ha causado un pequeño revuelo en las redes sociales ya que se ha interpretado que la cirugía ha sido reemplazada por el uso de antibióticos (por mencionar algunos, aquí, aquí y aquí). Esto, me parece, es una incorrecta interpretación de los datos de estos estudios.
Evitar la cirugía para el tratamiento de enfermedades es algo que se busca con frecuencia, pues nunca está exenta de riesgos (sangrado, infección, reacciones adversas a la anestesia, etc.) y siempre resulta más atractivo tomarse unas pastillas que ser sometido a cirugía. Podríamos argüir que tampoco las pastillas están libres de riesgos, sin embargo suelen ser menos evidentes que cuando se realiza una operación.
Aunque hay diversos cuestionamientos metodológicos al respecto de diversos estudios al respecto, creo que antes de saltar a conclusiones poco fundadas como “no mas cirugía para la apendicitis” sugiero tomar en cuenta estos comentarios:
  • Recursos. La mayoría de los estudios utilizan un sistema de vigilancia intrahospitalaria con estudio tomográfico en búsqueda de signos de perforación del apéndice o, bien, abscesos en desarrollo.
  • Costos. Los costos asociados de vigilar a los pacientes con tomografias seriadas, estancia intrahospitalaria y antibióticos endovenosos son similares (o mayores) al de operar al paciente, darle unos días de antibiótico y egresarlo a su domicilio.
  • Molestias. Las molestias del paciente y familiares se incrementan ya que es necesaria su cooperación y apego a tratamiento, visitas repetidas al centro hospitalario, nuevos internamientos en caso de duda de efectividad o evidencia de falla en el tratamiento, etcétera.
  • Radiación. El paciente en vigilancia con tomografia recibe una dosis de radiación500 veces mayor que la que recibe con una radiografía de abdomen.
  • Apendicitis recurrente. El paciente que ha sido tratado con éxito sólo con antibióticos tiene riesgo de sufrir apendicitis nuevamente. Ése riesgo significa un nuevo gasto (particular o al gobierno), cuando la cirugía puede ser igual de costosa pero totalmente resolutiva y en una sola ocasión.
  • Apendicitis no complicada. Los pacientes incluidos en los estudios son aquellos que no han sufrido perforación del apéndice. Se ha reportado, incluso en niños, que se pueden dar de alta a domicilio de manera segura después de 12 horas de haber sido operados.
  • Recomendaciones. Los estudios realizados son insuficientes para recomendar, basados en evidencia, que los antibióticos son superiores a la cirugía.
Sin duda el manejo no quirúrgico de este frecuente problema es atractivo para médicos y padres por igual: evita la cirugía, que aún se encuentra asociada a imágenes dramáticas salpicadas de sangre y un equipo quirúrgico a férrea lucha con la muérte en un quirófano caótico. Sin embargo la realidad de hoy en día, en muchos quirófanos al rededor del mundo que tratan apendicitis, dista mucho de esas imágenes: la cirugía para la apendicitis aguda es segura y eficaz.
Quizá la mejor intervención ante la sospecha de apendicitis aguda en un niño es, precisamente, la NO intervención antibiótica hasta que el paciente sea valorado por un cirujano pediatra. La alta tasa de complicaciones asociadas a apendicitis ocurre en pacientes que ya han sido tratados con antibióticos de amplio espectro antes de que se haya confirmado, o incluso, pensado en apendicitis aguda.
¿Qué haría yo con mi familia en el caso de apendicitis no complicada? Cirugía. En manos de equipos dedicados y experimentados es rápida, eficiente y el paciente puede ser egresado rápidamente a casa.